viernes, 22 de noviembre de 2013

EL “PILOTO RUSO” QUE VIAJABA EN UN PLATILLO VOLADOR

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Dedicado a un buen amigo, Rich Reynolds,
uno de los investigadores mas lucidos al otro lado del Atlántico…
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A poco que nos esforcemos, encontraremos en cualquier listado de encuentros cercanos con OVNIs del mundo, incidentes que desafían la razón y parecen producto de una mente disparatada. Por contener, entre otras cosas, elementos, cuya única finalidad y propósito, si se examina con detenimiento, es restar credibilidad al encuentro y que éste no pueda ser creído por una gran mayoría de público, y muchos menos, aceptado por la comunidad científica. Es mas, dichos “ingredientes” serían tomados como producto de una alocada broma. Tampoco parece lógico que un presunto testigo de una experiencia anómala, que “invente” un episodio de encuentro con un OVNI y sus tripulantes, para, por ejemplo, engañar a la prensa, imagine y fabule detalles absurdos e incoherentes que hacen que su caso no pueda ser tomado en serio. Por tanto, si buscamos la raíz y naturaleza de estos componentes absurdos e incomprensibles probablemente hallemos una clave importante para desentrañar el enigma de los No Identificados. Veamos un ejemplo de lo que hablamos.
En plena oleada ovni en Francia en 1954, se produjo uno de los incidentes mas extraños y desconcertantes de los que se tiene noticia en territorio francés. Ocurrió el 20 de octubre de 1954, en Raon-l´Etape (Vosgos). Cuando Lazlo Ujvari, de origen checoslovaco y antiguo legionario, se dirige a su lugar de trabajo en la Empresa Deray desde su granja en “Le las”. Iba en bicicleta, cuando el mal estado de la carretera le obliga a ir caminando. Eran las 2:30 horas aproximadamente de la madrugada, y en mitad de su camino, surge de las sombras del bosque, un hombre con un revolver en la mano, que le hace señales para que se detenga. Se trata de una persona de apariencia normal, corpulenta de 1´65 metros de altura, que lleva una especie de “gorro con orejeras de paño” (¿casco?), un blusón de cuello abierto forrado de piel, un pantalón de tela y botas. El testigo se siente intimidado por la pistola pero no esta realmente asustado (no en vano había sido militar y había vivido situaciones dramáticas). El extraño hombre armado le habla pero, el testigo no le entiende. Ujvari no llega a comprender ni identificar el idioma, pese a que el sujeto le sigue hablando con total normalidad. Entonces Ujvari prueba a expresarse en ruso (Lazlo hablaba varios idiomas) y el desconocido parece que le comprende. En esos instantes, el solitario y misterioso caminante le realiza varias preguntas en la lengua de Rasputin: ¿Dónde me encuentro? ¿En España o en Italia? Cuando conoce que está en Francia el desconocido le pregunta: ¿A cuantos kilómetros de la frontera alemana?.
Y el testigo le contesta que “está a 100 kms del Rin, en línea recta”.
Entonces el individuo le pregunta la hora, y Lazlo dice las 2:30 de la madrugada. El hombre saca un reloj del bolsillo y le contesta: “Mientes. Son las 4” (En Moscú hubiera tenido 3 horas mas). Continúa el “absurdo” interrogatorio. ¿A que distancia y en que dirección se encuentra Marsella? (al parecer pronunció mal el nombre de la ciudad y quizás se refería a otro lugar).
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Lazlo Ujvari, sin duda, protagonista de uno, de los encuentros cercanos con OVNIs mas bizarros y desconcertantes de los que se tiene noticia. Su experiencia estuvo enmarcada dentro de la famosa oleada OVNI que sacudió Francia en el año 1954.

Detienen el dialogo y el misterioso individuo, sin apartar el revolver, le pide a Ujvari que camine hacia delante. El testigo describe a la prensa que puede escuchar perfectamente el ruido de las pisadas de su interlocutor; “las suelas de las botas resonaba en las piedras de la calzada”. A un lado de la carretera, el testigo observa, vagamente, un objeto oscuro que le parece, en un principio, un coche o una furgoneta. Pero al aproximarse se percata que se trata de un enorme artefacto de unos 6 metros de diámetro y 3 metros de altura, compuesto por dos platos superpuestos de color gris oscuro, con una cúpula en la parte superior. Sobre la cúpula hay una antena en forma de “sacacorchos”. No puede detenerse por que el “piloto ruso” le intimida con la pistola apuntadote. Ambos andan unos 30 metros mas, y entonces el hombre le dice: ¡Y ahora Adiós!. .

Así dibujó la prensa de la época el extraño artefacto que observó el Sr. Ujvari. En su parte superior el testigo dijo que tenia una "antena" en forma de "sacacorchos".

Ujvari monta en su bicicleta y a unos 200 metros casi a la entrada del pueblo se detiene para mirar atrás. Entonces observa una luz vertical muy potente que surge del bosque, a continuación, escucha un ruido parecido al de una “maquina de coser”, como un silbido, y al momento, distingue en la oscuridad de la noche, como el artefacto se eleva, sin luces y tras ascender verticalmente se aleja en diagonal.
Lazlo regresa al lugar del aterrizaje y con ayuda de un mechero busca, en vano, restos o huellas del artefacto.
Posteriormente Ujvari es interrogado por la gendarmería y al parecer no encuentran fallos ni fisuras en su testimonio. El jefe de policía de la Renseignements Généraux (inteligencia) de Epinal, el Sr. Moleur, fue acompañado de dos inspectores que no lograron encontrar indicios de que el asunto fuera producto de un engaño.
Sin duda el lector podrá encontrar pocos casos tan extravagantes y delirantes en la literatura OVNI.
Algunos investigadores como Michel Corrouges (Aparecen los Marcianos. 1963) opina que: “no puede descartarse la hipótesis de un helicóptero ruso extraviado”.
Aunque, hay que anotar, en contra de las apreciaciones de Carrouges, que el testigo no recuerda haber visto hélices y la forma del objeto no parece encajar con la descripción de un helicóptero y si mas bien con el típico “platillo volante”.
Además de resultar muy extraño, que precisamente en su aterrizaje de emergencia, el piloto ruso extraviado, haya tenido la fortuna de encontrar un “francés”, en una pequeña región (aproximadamente 7.000 habitantes), que hable su idioma. Y también tenemos el extraño detalle del inexplicable dialecto que utilizó el supuesto “militar ruso” que no pudo ser comprendido por el testigo pese a conocer éste varios idiomas. Tampoco parece comprensible que el piloto se sienta muy molesto por el aparente cambio de horas, a no ser que realmente hubiera pilotado su helicóptero sin rumbo durante un largo tiempo.
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El supuesto ocupante del platillo volador no se diferenciaba, en aspecto e indumentaria, de un piloto de la época..

Y, también es muy reseñable para nuestro particular estudio y enfoque, que fuera Lazlo Ujvari el primero en utilizar el ruso. ¿Qué paso realmente?... ¿Se trataba de un prototipo de avión o helicóptero ruso? , ¿un piloto “ruso” despistado que aterrizó donde pudo en busca de ayuda?… o una “broma” de los ocupantes de los platillos volantes, en mitad de la oleada OVNI mas espectacular ocurrida en Europa…
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LA TEORIA DE LA DISTORSIONDe nuevo parece que el testigo influye de manera “concluyente” en su experiencia de encuentro cercano con la tripulación de un No Identificado. El “fenómeno desconocido” que se manifiesta ante el testigo, utiliza la propia psique de Ujvari para “recrear” (confeccionar) el encuentro de un “piloto militar extraviado” y distorsionar la “realidad” ante sus ojos. Hay aspectos muy sospechosos en su encuentro que delatan esta “manipulación mental” (representación teatral por parte de un “agente externo” sin identificar). El testigo es militar retirado y se enfrenta a un hombre armado en plena noche. Esta habituado a la tensión y al peligro (otro testigo seguramente no hubiera reaccionado de la misma forma ante la amenazadora presencia de un desconocido armado en plena madrugada). Ujvari conoce varios idiomas y puede entrevistarse tranquilamente con el piloto en ruso, aunque Lazlo toma la iniciativa de utilizar este idioma, lo que implica una interacción previa por parte de la mente del testigo. La experiencia ocurre en un contexto “militar” que hubiera podido estar en el “imaginario” del exlegionario (proyectado), y que es utilizado (captado y distorsionado) por este “agente externo” para conformar la experiencia, completándola y adornándola con los detalles aportados por la psique del testigo (enviados inconscientemente). Aunque el “agente externo” aporta ciertos elementos comunes a otro tipo de encuentros cercanos con supuestos seres extraterrestre (OVNI forma de platillo, encuentro en mitad de un camino, luces, etc). De ahí que en multitud de experiencias con humanoides radicalmente diferentes en aspecto físico, se mantengan inexplicablemente los mismos comportamientos (reparación de la nave, inspección del terreno, deslumbrar a los testigos, aterrizar en mitad de la carretera, etc). .

Muchos episodios OVNIs reflejan una clara "distorsion" de la propia psique del testigo, que aparece representada en muchos elementos y componentes del encuentro cercano, ya sea en la apariencia externa del OVNI, sus ocupantes o las acciones de los mismos. Lo que demuestra que la mente humana tiene una gran importancia a la hora de desvelar el enigma de los No Identificados. La interacción del inconsciente del testigo con un "factor externo" desconocido provoca las manifestaciones que hemos estado denominando visitas extraterrestres....


La teoría de la Distorsión se basa principalmente, en que la mente del observador es utilizada como “biblioteca” o “documentación”, por un “agente externo” que es capaz de “sintonizarnos” para “proyectar” en un escenario real una “película/sueño” de encuentro cercano con lo bizarro (con componentes físicos). Todo para abrumarnos y desconcertarnos en un lenguaje de imágenes y sensaciones, cercano a lo “onírico” y “místico” que aún no acertamos a descodificar correctamente… pero no perdemos la esperanza…



JOSE ANTONIO CARAV@CA

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