miércoles, 1 de abril de 2020

OVNIS: UN PARADIGMA COGNITIVO EN CONSTANTE REINICIO







Si analizamos los encuentros cercanos con ovnis nos daremos cuenta que no se tratan de episodios sueltos de una misma y gran historia que intentamos reconstruir poco a poco. O sea, no estamos recopilando diferentes testimonios que describen los múltiples aterrizajes de una civilización extraterrestre llegada a nuestro planeta con fines científicos.

Si dejamos a un lado la fascinación y entusiasmo que produce el estudio de los ovnis, comprenderemos que estamos asistiendo a un continuo renacer (reinicio) de un mismo esqueleto ideográfico/arquetipo (la visitación extraterrestre) a la que cada testigo contribuye otorgando nuevos elementos narrativos y estéticos que son producto de su participación inconsciente en la elaboración de estas experiencias en conjunción con un agente externo. De otra manera no podría explicarse la gran mutabilidad del fenómeno y la incoherencia de muchas de sus acciones. Y en todos estos años de estudio los ocupantes de los ovnis no han dado ni un paso al frente, ni para mostrarse públicamente, ni para informar a los testigos de sus verdaderos propósitos o para entregar ninguna prueba de su presencia en la Tierra. El paradigma es tan escurridizo y volátil, pese a sus múltiples manifestaciones, que parece orquestarse en una realidad diferente a la nuestra de la que es imposible obtener ningún tipo de prueba. Por tanto, debemos entender que los OVNIs operan fueran de nuestro marco habitual de referencia espacio temporal.

Pero si por el contrario, estamos expuestos ante un continuo, infinito y desconcertante proceso psíquico creativo desconocido, que actúa como una especie de bucle, es muy posible que podamos entender por qué el paradigma se ha comportado de la forma que lo ha hecho. Ya que asistimos en cada encuentro cercano a un nuevo reinicio de los incidentes OVNIs. Como si cada historia pudiera desarrollarse de forma libre y sin control, sin que exista nada prefijado por parte del paradigma antes de iniciarse la experiencia. Lo que nos ofrece múltiples incidentes caóticos, absurdos y mostrando infinitas variantes, tan numerosas, como testigos han participado en su elaboración. Ya que la participación humana hace que las experiencias OVNIs contengan múltiples componentes culturales de nuestra sociedad insertados en su escenografía, tanto en lo estético como en el narrativo. Por lo que las entidades y criaturas asociadas al fenómeno OVNI solo serían, en cierto modo, creaciones “psíquicas” que se comportarían, aunque no lo fueran, como seres “vivos” e “independientes”. Pero sus acciones y comunicaciones estarían muy influenciados por la participación de los testigos. Pero no estamos circunscribiendo todo el asunto OVNI a un efímero universo mental, el paradigma OVNI es capaz de manifestarse en nuestro entorno como si realmente estuviera allí presente. Como si aparentemente fuera un fenómeno ordinario (con todo lo que ello implica, desde poder ser observado por mas personas hasta dejar huellas físicas o dañar a los testigos).

Pero si aceptamos que estamos ante un fenómeno cognitivo que se expresa a partir de su implicación individual con los testigos, entenderemos por qué existe tan poca continuidad narrativa y estética de un incidente a otro. Ya que la continuidad y la homogeneidad no son componentes de la naturaleza intrínseca del fenómeno OVNI. O sea el paradigma no tiene ni una especifica forma ni un procedimiento de actuar premeditado. Todo surge en el mismo momento del contacto entre el agente externo y la psique de los testigos. Por lo tanto, no existe ni el antes ni el después de un encuentro OVNI. Nada permanece más allá del tiempo de duración de una experiencia, de la misma manera que los personajes de un sueño no continúan su vida una vez que hemos despertado.
Hasta el momento, solo hemos estado observando la modificación de un mismo concepto (la visitación extraterrestre) en infinitas ocasiones.
Es como si hubiéramos estado expuesto a un fenómeno mayoritariamente psíquico y en menor medida físico, que partiendo de un esqueleto básico (ideogramas), nos ha permitido a los testigos (aunque sea de forma involuntaria) modificar su forma de manifestarse y actuar (expresarse) en nuestro medio. Y es por eso que determinados y específicos testigos han conseguido interactuar en mayor grado con el paradigma y ofrecer experiencias más complejas, laboriosas, fantásticas y detalladas que otros individuos. Solo entendiendo que estamos ante experiencias de carácter y significación individual, aunque afecte a individuos de medio mundo, comenzaremos a salir del bucle.
Y es muy probable que el verdadero objetivo de estas manifestaciones este completamente alejado de las pretensiones y planteamientos expuestos hasta el momento por la mayoría de estudiosos. Ya que hemos confundido el medio de expresión del paradigma, con el fondo del problema. Los ovnis y sus ocupantes probablemente sean solo “vehículos” para una mejor comprensión de una realidad cognitiva ampliada que hasta el momento no sabemos interpretar ni decodificar convenientemente.
 
 
 
 
  
 
 
JOSE ANTONIO CARAV@CA
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