domingo, 3 de octubre de 2021

ENCUENTROS CERCANOS CON OVNIS: SINGULARIDADES ESPACIO TEMPORALES


 



La casuística ufológica está repleta de eventos sin par. Casos que ocurren como estallidos únicos de una realidad quimérica que se abre paso ante los testigos con una arrolladora fuerza visual. Definitivamente los encuentros cercanos con OVNIS carecen en su mayoría de memoria. La información del fenómeno, inexplicablemente, no se traslada de un sitio a otro. No encontramos asideros en los que sostener nuestros planteamientos. Y es que más allá de cualquier conclusión somera o desvirtuada que podamos realizar sobre estas apariciones dejándonos seducir y arrastrar por la imagen hipnótica que nos trasmiten las irrupciones de naves y seres, las manifestaciones OVNIS son extraordinarias y desconocidas singularidades espacio temporales que brotan en determinados lugares y ante escogidos testigos para no volver a reproducirse jamás. Como si nunca hubieran existido más allá de ese instante. Cómo si no tuvieran vida más allá de ese fugaz contacto con los observadores. Y aunque la mayor parte de la literatura OVNI se vertebra alrededor de una misma idea, un mismo concepto, la visitación alienígena, su desarrollo es impredecible e intransferible, como si el paradigma ante el que estamos expuestos pudiera personalizarse al interactuar con los testigos. Que los platillos volantes se puedan detectar en el radar o que dejen huellas en sus eventuales aterrizajes no puede nublar nuestra razón a la hora de catalogar estos fenómenos. Las evidencias físicas de estas experiencias y su aparente escenografía tecnológica no deben conducirnos a conclusiones apresuradas. Los encuentros cercanos no son lo que aparentan, más bien debemos interpretarlas como complejas singularidades espacio temporales, cuasifísicas, pero enmarcadas dentro de una realidad cognitiva inmersiva, arquetípica y ancestral.

 




JOSE ANTONIO CARAV@CA

 

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